Lo que actualmente conocemos como el Palacio de Justicia de Puebla, es también el Antiguo Colegio de San Pantaleón. Todo un ícono de la arquitectura barroca mexicana que resalta a simple vista. Y como símbolo del Centro Histórico poblano, posee mil secretos y detalles que vale la pena recordar.
Un poco de historia sobre el Antiguo Colegio de San Pantaleón
Ubicado en el número 9 de la calle 5 Oriente, a un lado de la Catedral Metropolitana, yace el Antiguo Colegio de San Pantaleón. A lado de los otros colegios palafoxianos –el de San Pedro, San Pablo y San Juan– dio vida al seminario tridentino. Dicho seminario fue fundado por Juan de Palafox y Mendoza, fundador también de la ciudad.
Debes saber que el colegio fue encabezado por el obispo Domingo Pantaleón Álvarez Abreu. Cabe señalar que su construcción culminó en la segunda mitad del siglo XVIII, en el año 1762.
Aquí solían impartirse materias medulares como Teología, Derecho Canónigo, Derecho Civil y Derecho de Solemnidades. Se caracteriza por ser un claro ejemplo de la arquitectura barroca virreinal, que en Puebla desarrolló un sello característico.
De Colegio a Palacio de Justicia
Quizá ya lo sabes pero tras haber servido como colegio para los seminaristas, en 1867 fue adquirido por el Poder Judicial del Estado. Con ello, se transformó en el Palacio de justicia.
Con el tiempo, fue perdiendo su esencia religiosa para dar paso a un aire más laico. Reflejando de esta forma la gran separación que existe entre el Estado y la iglesia.
Hoy en día, resaltan decoraciones que exaltan a la justicia, con figuras como la de Benito Juárez o José María Lafragua. Mucha de su decoración original, fue trasladada al edificio Carolino. Y como ya sabrás, esa construcción se encuentra muy cerca del Antiguo Colegio de San Pantaleón.
Curiosidades sobre su arquitectura
En la fachada pueden apreciarse dos escudos. Uno de ellos representa a Juan de Palafox y Mendoza y el otro a Domingo Pantaleón Álvarez Abreu.
Su portada contrasta detalles bien ornamentados con la simplicidad del ladrillo. Esta fue una de las grandes características del barroco en Puebla. Sin embargo, lo primero que llama la atención fuertemente, son sus escaleras y la fuente que tiene en el medio de su patio.
Si tienes la oportunidad, no dejes de visitarlo. Simplemente, es uno de los lugares más bellos que podrás encontrar en el centro de la Angelópolis.