La Angelópolis es hogar de edificios históricos, construcciones modernas y espectaculares iglesias. Es el ejemplo claro de una urbe que ha sabido adaptarse al cambio sin tocar la esencia de su espíritu. Sin embargo, es rara la ocasión en que un santuario natural se cuela entre las largas avenidas y altos edificios para impactar a todo visitante. Este honor le corresponde a un solo sitio, específicamente, al volcán más pequeño del mundo: el Cuexcomate.
¿Qué hace especial al Cuexcomate?
Su nombre proviene del vocablo náhuatl cuexcomatl que significa “almacén”, “deposito” o “troje”. Su gran atractivo se debe a dos principales razones: la primera, como ya se mencionó, es el diminuto tamaño que ostenta. Mide sólo 13 metros sobre el nivel de la plancha donde se encuentra. En tanto, cuenta también con un diámetro exterior del cono de 23 metros y una profundidad de ocho metros de la plancha hacia abajo.
El otro gran atractivo, aunque no lo sea de forma específica, radica en una verdad que pocos saben: el Cuexcomate no es en realidad un volcán. Se trata de un géiser inactivo que nació hace más de 400 años.
El volcán más pequeño del mundo
Fue en el año de 1604 cuando se formó el Cuexcomate, debido a una erupción volcánica del gran guardián de la vida poblana: Popocatépetl. Esta acción activó la circulación de aguas termales que se abrieron paso por la roca calcárea, dando origen a un géiser. Es por esta razón que este peculiar “volcán” se conforma en un 99 por ciento de un compuesto llamado calcita.
Pero por más lejano que pueda parecer este pequeño paraíso verde, lo cierto es que se encuentra a muy corta distancia del centro de la capital. Para llegar a él, no es necesario recorrer miles de kilómetros, basta con tomar un taxi, autobús o Uber para poder llegar sin problemas a este curioso sitio de Puebla.
Recientemente, el Cuexcomate fue un lugar abandonado y descuidado, siendo un sitio sin ningún cuidado hasta por cuatro décadas. Sin embargo, el gobierno ha restaurado este sitio para transformarlo en un nuevo atractivo turístico de la ciudad de Puebla. Ahora se puede entrar a su interior por medio de escaleras de metal, donde los guías cuentan leyendas de su formación.
Dirección: calle 2 Poniente S/N, La Libertad
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Foto de portada: alcancediario.com