Pocas veces se menciona, pero Natalia Serdán fue muy importante para la causa revolucionaria en Puebla. La cuarta hermana de los Serdán nació el 29 de mayo de 1875 en la Angelópolis. Fue la segunda hija del matrimonio entre Manuel Serdán y Carmen Alatriste. Es decir, fue la primera hija de esta familia que pasaría a la historia.
Natalia Serdán fue la hermana mayor de Aquiles, Máximo y Carmen. Cuando contrajo matrimonio recibió de regalo de bodas una casa ubicada en Portería de Santa Clara número 4. Actualmente, esta casa es sede del Museo de la Revolución. Cuando el jefe de la familia murió. La cuarta hermana de los Serdán acogió a su familia para no dejarlos sin hogar.
Tiempo más tarde, Natalia rentó a su hermano Aquiles una habitación en la planta baja de su casa para que ahí realizara sus labores como miembro del Partido Antirreeleccionista. Por las noches, acompañaba a su hermana Carmen a pegar propaganda antirreeleccionista en las paredes de la ciudad. La cuarta hermana de los Serdán fue el sostén de sus hermanos en el lapso que se dedicaron a preparar el movimiento revolucionario.
La cuarta hermana de los Serdán y el día de la batalla
El 18 de noviembre de 1910, día en el que el movimiento revolucionario en Puebla fue descubierto, Natalia Serdán no permaneció junto a su familia. Durante la batalla, ella fue la encargada de salvar la vida de los dos hijos de Aquiles y de sus cinco hijos, con ayuda de Miguel Rosales, su esposo. Pudo hacer un agujero en la pared de su recámara para escapar a la casa contigua.
Más tarde, Natalia Serdán pagó abogados para defender a su hermana Carmen y a su cuñada, la esposa de Aquiles, quienes fueron arrestaras por los hechos del 18 de noviembre en su casa. Tiempo después, quedaron en libertad.
Su esposo, que era bogado, ganó el litigio por intestado de la casa Portería de Santa Clara número 4. La familia nuevamente fue propietaria del inmueble, aunque ya no habitaron en ella y prefirieron donarla. La nieta de Natalia, Lili Sevilla, cuenta que la cuarta hermana de los Serdán no pudo pasar la noche del 18 de noviembre de 1910 con tranquilidad. Se encontraba inquieta porque le hubiera gustado estar ahí para luchar junto a sus hermanos.
Natalia Serdán murió en Ciudad de México en 1938.
