Desde su fundación, el Edificio Carolino ha tenido una misión: la educación en todas sus formas. Es un emblema de la ciudad. Una joya arquitectónica con cuatro siglos de historia en los cuales ha sido testigo de la vida estudiantil de miles de poblanos.
La historia del Edificio Carolino
El Edificio Carolino surgió en el siglo XVI como un proyecto de formación religiosa por parte de los jesuitas. Su nombre fue Colegio del Espíritu Santo y en un principio se ocupó de la educación básica que incluía gramática en latín, además de humanidades y retórica. Esto era lo que aprendían los pupilos de la Compañía de Jesús entre los 12 y los 16 años de edad. Luego, los alumnos más listos, o más ricos, ingresaban al Colegio de San Ildefonso, que se ubica en lo que actualmente es avenida Reforma número 711.
Tras la expulsión de los jesuitas en 1767 el antiguo colegio menor del Espíritu Santo pasó a ser matriz de la educación superior en la Angelópolis. Fue entonces cuando adquirió el nombre con el que hoy todos lo conocemos. Se trató de un título borbónico, el de Carolino, porque fue un homenaje al rey Carlos IV.
En aquel entonces el Edificio Carolino se conocía como Real Colegio Carolino. Muchos años después, en 1825, después de la Independencia de México, este lugar se convierte en el Colegio del Estado, lo que hizo que ahora fuera laico y gratuito. Se dice que por un tiempo el colegio también funcionó como cárcel. Durante la intervención francesa y el Segundo Imperio, el general Porfirio Díaz estuvo encarcelado en este lugar.
El 23 de noviembre de 1956 fue el día que marcó para siempre al Edificio Carolino. En esta fecha, el entonces Colegio del Estado se convierte en la Universidad de Puebla, hoy Benemérita. Su primer rector fue el licenciado Manuel Márquez.
Arquitectura y más
Además de su gran historia, el Edificio Carolino también es bello por su arquitectura. A lo largo de los años su estructura sufrió modificaciones con base en la corriente italiana llamada manierismo. Esto dotó al edificio de pilares, arcos de medio punto, cornisas, enmarcamientos en las ventanas, grisáceos en cantera y más. El ejemplo más claro de este bello estilo es el Salón Barroco, decorado con yeserías, artesanías poblanas y obras de arte en las paredes.
El Edificio Carolino es un inmueble de gran valor histórico y artístico que se ubica en la avenida Juan de Palafox y Mendoza y calle 4 Sur. Es un sitio que bien merece reconocimiento por su historia, contexto y arquitectura. Por sus aulas desfilaron poblanos distinguidos como el político y literato José María Lafragua, el doctor Rafael Serrano y el sabio Carlos de Sigüenza y Góngora, entre otros.
Foto principal propiedad de Jesús Pérez
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