Entre calles que adornadas por casonas y viejas construcciones, un monumento elegante y coloquial se levanta orgulloso por todo el Barrio de El Alto.
Es la Parroquia de la Santa Cruz. Esta hermosa construcción, una de las más antiguas de Puebla, se destacada por ser la transición entre el barroco original y el neoclásico. Una muestra de la amplitud arquitectónica local de los alrededores.
Símbolo de arquitectura poblana
La Parroquia de la Santa Cruz se comenzó a construir en el año de 1693 bajo el mando del entonces obispo Fernández de Santa Cruz. La edificación concluyó 21 años después y finalmente fue dedicada el 19 de marzo de 1714.
Su icónica fachada muestra dos estilos muy presentes en la arquitectura poblana: el barroco y el neoclásico.
Debido a que fue la primera parroquia en todo Puebla, Santa Cruz se encargó de administrar todo el barrio de El Alto durante varios años. Con el paso del tiempo, el lugar se convirtió en el centro religioso más importante de la zona.
Los detalles de la Parroquia de la Santa Cruz
El atrio que engalana a la fachada está delimitado por una barda que fue restaurada a principios del siglo XX. En el año de 1906, fue construida una portada con forma de arco triunfal. Ésta estaba compuesta por cuatro esculturas de la Virgen María, San José, San Pedro y San Pablo.
La Parroquia de la Santa Cruz posee dos torres y un cupulín recubierto de azulejos. Dentro de sus instalaciones existen esquinas remetidas. Cuenta también con un hermoso sotacoro ubicado en el primer tramo y una bóveda apoyada en grandes ménsulas de piedra.
A un lado del santuario se localiza una capilla dedicada a Santa Elena, con portón de medio punto y una escultura de Santa Elena.
Ubicada en la esquina de 16 Oriente y la 12 Norte, esta iglesia parece más imponente que nunca. El tiempo la ha dado vida y sus feligreses alimentan su legado todos los días.
Foto de portada: Ted McGrath