Pertenece a la orden de San Benito, es monje Benedictino.
Edad: 78 años
Actualmente vive en un monasterio en el estado de Veracruz.
¿Cómo es un día normal en la vida del Padre Thomas?
Cada día es muy diferente, pero lo que es igual es que todos los días me levanto a las 3.40 a.m. a las 4.00a.m. comienzo con la primera oración que dura aproximadamente entre una hora y hora y media. Después tengo una hora de descanso o reflexión, después otra oración de alabanza, seguida por la eucaristía. Después desayuno, al terminar tengo otra hora de oración y de ahí al medio día es tiempo libre para que cada quien haga su propia labor.
Antes de comer tengo otra oración, y de ahí tengo tiempo libre hasta las 6.30p.m. que es la oración de vísperas en la cual oramos, cantamos, reflexionamos. De ahí otro tiempo libre hasta las 8.30 aprox a esa ahora tenemos otra oración y de ahí empieza el silencio hasta las 3.40 a.m.
¿Qué le diría a la gente para ayudar a los más necesitados, qué debemos hacer?
En el tiempo de Jesús hubo mucha gente necesitada y el no pudo ayudar a todos, pero los que se acercaban a él siempre recibían ayuda.
Yo le diría a la gente que se ayuden con oraciones, siempre pedir por los demás. Las personas a veces mejoran o se perfeccionan a través de penas y sufrimientos.
¿Desde cuándo empezó a impartir a la gente el poder de sanación que tiene en sus manos?
Yo comencé en Cuernavaca más o menos en el año 1965, empezé teniendo grupos de oración por los enfermos. Yo desde niño admiraba a los santos que oraban y oraban por los demás, eso hago yo con la intercesión de nuestro señor. He visto como gente con tumores cancerosos se curan, gente que no caminaba ahora camina, gente que no podía hablar y ahora hablan y casos realmente sorprendentes, y todo es por la oración y la fe que depositan en mí y nuestro señor.
El señor ha sido muy generoso conmigo, porque ha logrado que a través de mí cure a mucha gente. El caso más sorpendente que he vivido fue durante una misa en Cuernavaca, una señora murió y me llamaron, llegué al lugar le puse mis manos sobre su cabeza y en unos segundos empezó a respirar, los médicos no lo podían creer y murió meses después en la ciudad de México.
Un mensaje para la familia:
“La familia que ora unida permanece unida” es un dicho que un sacerdote dijo por los años 60´s en el Vaticano, perdonando y orando juntos mantienen a la familia fuerte en espíritu, alma y cuerpo.
Frase favorita:
“Jesús te amo, ayúdame”