Aceptémoslo: ya no se hacen dulces como los de antes. Esta es una afirmación que todos los millennials compartimos y es que simplemente es la verdad. Crecimos en una década en que las cosas no estaban tan procesadas y en la que tampoco existían tantas restricciones sobre el azúcar (aspecto que claramente no era tan positivo), lo que sin duda sacrifica el sabor.
Sea como sea, son algunos dulces que marcaron nuestras infancias y que fueron el pan de todas las fiestas, las posadas y los aguinaldos en la escuela. Si alguno falta, no olvides comentarlo.
Mazapán de la rosa
Desenvolverlo sin romperlo era todo un reto que pocos podían cumplir. Su sabor dulce y con trocitos de cacahuate es característico, así como su peculiar empaque con la rosa que le hizo famoso. Aún sigue vendiéndose y consumiéndose y, de hecho, no ha cambiado mucho de su fórmula y presentación original
Duvalin
Mucho antes de la exquisita Nutella, mucho antes de cualquier otro tipo de chocolate dirigido a niños, existió el Duvalin que, además era novedoso por su presentación que mezclaba sabores: avellana, vainilla y fresa. Aunque aún existe, su consumo ha disminuido y, de hecho, ya no es un dulce tan cotidiano.
Chicles Canel’s
Los primeros chicles en esta presentación pequeña y con cuatro pastillas fueron los Canel’s. Sus sabores eran un tanto peculiares pues, si bien encontrabas los típicos de menta, también había unos sabor canela y otros de violeta.
Selz Soda
Quién no recuerda estos dulces que, tras ser mordidos, disparaban una sensación efervescente en la lengua. De hecho por eso su nombre aludía a una soda. Eran todo un clásico de las piñatas y aguinaldos decembrinos.
Ricalteas
Comerlas era más bien una especie de tortura en la que terminabas lleno de caramelo, con las muelas repletas de este meloso dulce o con la lengua irritada por el relleno. Su sabor a tamarindo con chile era todo un predilecto de los niños noventeros.
Paletas Vero
Durante mucho tiempo, las paletas más famosas de México las elaboraba Vero, una marca de dulces que se caracterizó por sus famosas creaciones: la paleta en forma de cerveza y en forma de mano (que además te daban un mensaje sobre tu futuro). Y cómo olvidar aquellas que estaban cubiertos con chile, como la de elote y la de mango.
Dulces napolitanos de Laposse
Los favoritos de los adultos y no tanto de los niños. Estos dulces siempre abundaban especialmente en las fechas decembrinas y llamaban la atención por contener una pasa en su interior. De hecho, sacar esta pasa del dulce era el principal reto, mismo que podía costarte una cortada en la lengua.
Kipi
Aunque no son propiamente un dulce, no podían faltar en los aguinaldos. Estos churritos de harina de trigo condimentados con chile eran un imperdible y, aunque ya no son tan comunes, su sabor es simplemente inolvidable.