Toda aquella persona que haya caminado, al menos una vez, por Paseo Bravo, habrá notado la presencia de una enorme fuente justo en la entrada hacia la avenida Juárez. Y aunque a simple vista, esta construcción pueda parecer un simple objeto de decoración para la zona, lo cierto es que se trata de una espectacular obra de arte que cuenta parte del pasado de Puebla con su simple presencia: la Fuente Motolinía.
La historia de la Fuente Motolinia
Rodeada de un azul turquesa que acrecienta los detalles y colores de su estructura, la Fuente Motolinía ha visto el desarrollo de Puebla desde hace más de 100 años. La popular fuente, por lo menos para los que deambulan o frecuentan la zona, comenzó su larga historia en 1921, año del Centenario de la consumación de la Independencia de México.
Para celebrar tan importante fecha, la Colonia Española de Puebla donó la fuente al Ayuntamiento de Puebla, la cual también rendía honor a uno de los fundadores de Puebla: Toribio de Benavente. Este misionero franciscano, el cual era conocido como Motolinía por los habitantes indígenas de Puebla, se dedicó a evangelizar a la naciente población de este lugar.
Gracias a ello, se ganó una imagen de solidaridad y humanismo, lo que a la postre le brindó la oportunidad de ser reconocido por la ciudad misma.
¿Qué representa la Fuente Motolinía?
La Fuente Motolinía consta de cuatro columnas de piedra en donde se pueden ver arcángeles tallados de manera minuciosa. En cada pieza también se nota la presencia de dos franciscanos que sostienen un pergamino mientras diversos indígenas cargan una cruz.
La fuente también está adornada por dos leones que tocan un globo terráqueo con la pata así como un águila con una serpiente en el pico además de una corona española a un costado. La Fuente Motolinía también presume una hermosa pieza de talavera, la cual mira hacia la Avenida Juárez, en donde dice: Acta Puebla. Finalmente, también ostenta una postal grabada en azulejo y ladrillo con las imágenes de Cristóbal Colón así como las embarcaciones de La Niña, La Pinta y la Santa María.
Cabe destacar que esta gloriosa obra de arte corrió a cargo del artesano en cantera Jesús Corro Soriano, quien también ha realizado otras obras de igual importancia como el escudo de la nación en el Palacio Municipal.
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Foto de portada: tudu.com.mx