La belleza arquitectónica que posee Puebla es innegable en México y el mundo. Sus iglesias, plazas y edificios tienen fama en todos los rincones y una historia que enaltece el legado de la Angelópolis. Por supuesto que entre estas grandes creaciones que superan fronteras también están las fuentes, como la admirable Fuente de los Leones.
La Fuente de los Leones es una construcción de gran belleza que se encuentra en primer cuadro de la capital poblana. Está metros más adelante del Teatro Principal, sobre el Paseo de San Francisco, donde se cuenta se dio origen a las chalupas poblanas.
Esta admirable obra arquitectónica es única entre las otras fuentes, ya que esta se distingue a la perfección porque esta forrada de mosaicos de talavera. Sus elementos en color azul resaltan su belleza y le dan un aspecto encantador.
La vista de sus colores rojo, azul, amarillo y verde es irresistible. Cuenta con un bello puente de mosaicos en el que la gente puede pasear; además, en el centro hay cuatro bancas, también de mosaico, en el los poblanos y turistas suelen descansar y tener un agradable momento.
El agua emana del hocico de los seis leones que adornan la fuente y que le dan el nombre a la misma. Cada tramo de esta construcción es llamativo y no tiene desperdicio.
Asimismo, la atmósfera mágica que envuelve al pequeño parque en el que está la Fuente de los Leones se enriquece con bancas, escalones y arcos. Desde luego que todos están adornados con la tradicional talavera poblana con los tonos azul, blanco y pequeñas pinceladas de amarillo.
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