La Estrella de Puebla prometía ser un atractivo turístico de talla internacional, capaz de colocar a la Angelópolis en los más alto con un impulso de renovación y modernidad. Pero en eso se quedó, en puras promesas. Hoy esta noria está en pausa y nadie sabe con certeza qué ocurrirá con ella.
Se esperaba que la Estrella de Puebla recibiera a un promedio de un millón de visitantes al año, pero desde octubre de 2021 se encuentra inoperante a pesar de la millonaria inversión que requirió su construcción y gran parte de su mantenimiento.
El atractivo es poseedor de un Récord Guinness por la rueda de observación transportable más grande del mundo. Sin embargo, de poco le sirvió para consolidarse como un proyecto rentable. Las ganancias que obtuvo durante sus años de actividad apenas y alcanzaron para recuperar el 17 por ciento de su inversión inicial.
Para que te des una idea, el proyecto requirió de una inversión de 400 millones de pesos del erario público y para su mantenimiento se requerían otros 100 millones al año. Mientras que sus ganancias, de octubre de 2015 a julio de 1019, sumaban apenas 68 millones 767 mil 463 pesos. Sin duda era un proyecto que operaba con números rojos.
Al día de hoy, el destino de la Estrella de Puebla es incierto. Por un lado, está la propuesta del gobierno del estado para entregarla a un concesionario privado y así reactivarla. Mientras que por el otro, está la insinuación del gobierno federal para retomar su funcionamiento. Nada se tiene claro.
La Estrella lleva casi 3 años cerrada al público debido a la falta de mantenimiento y daños en su estructura. ¿Algún día nos volveremos a subir en ella? ¿Por fin se convertirá en el atractivo de talla internacional que prometía? Esas preguntas se responderán con el tiempo.
Foto propiedad de Miguel Betancourt Lozano
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