Xicotepec es un pueblo mágico al que la neblina suele cobijar. En uno de sus puntos más altos, más arriba de esta sabana blanca, se encuentra un monumento de ensueño: es la Cruz Celestial de Xicotepec. Desde aquí se tiene una vista privilegiada del pueblo, ya que se complemente con un mirador volado con piso de cristal transparente.
La Cruz Celestial está después de un majestuoso sendero que era parte del Camino Real que conectaba a Xicotepec con la costa. Se ubica en la parte más alta del cerro del Cojolico. Antes de llegar a ella, como ya mencionamos, hay que recorrer un sendero. En él podrás observar flora y fauna típica del llamado bosque de niebla. Además de pinos, oyameles y orquídeas, aún hay animales silvestres habitando en total libertad.
Hay que recorrer más de mil 400 metros de distancia para llegar a la Cruz. El sendero está empedrado y cuenta con 750 escalones y tres miradores perfectos para la foto del recuerdo. Si la noche te sorprende a medio camino no te preocupes, pues el camino cuenta con luminarias y vigilancia para brindar seguridad a los visitantes.
La Cruz Celestial cuenta con el que quizá es el mirados más imponente de la Sierra Norte de Puebla. En un día despejado, es posible ver desde ahí la presa de Nuevo Necaxa, entre cerros y vientos ventajosos. El pueblo mágico de Xicotepec se vislumbra en todo su esplendor desde este punto.
Respecto a la Cruz Celestial, esta fue inaugurada el 11 de octubre de 2018. Nació como un importante punto turístico y religiosos para este pueblo, que cuenta también con una monumental escultura de la Virgen de Guadalupe. La Cruz está hecha de cristal de 12 milímetros y acero inoxidable. Cuenta con una altura de poco más de 30 metros, una extensión de 15 metros y pesa más de 100 toneladas.
Más que un monumento religioso, la Cruz Celestial es un componente de Xicotepec que te invita a rozar las nubes.