Si estás en busca de una experiencia que mezcle la adrenalina con la naturaleza, Cuetzalan es tu mejor opción. Este bello pueblo mágico ubicado en la Sierra Norte de Puebla cuenta con el sistema de cuevas secas más grandes de América Latina con ríos subterráneos. La aventura está garantizada en un mundo subterráneo con bellas formaciones rocosas, historias fantásticas y momentos que nunca olvidarás. Tienes que disfrutar de estas grutas en Cuetzalan.
Grutas Chivostoc
Con una gran entrada rodeada de vegetación y tramos de ríos subterráneos de corriente tranquila, esta cueva es distinta a las otras grutas en Cuetzalan. Y es que no solo destaca por sus grandiosas formas, sino sus leyendas. Se dice que esta es una entrada al inframundo y, al descender, tu alma o espíritu puede quedar atrapado en la cueva.
Gruta Los Corales
Está a pocos minutos de la ciudad. En su interior existe una infraestructura única y maravillosa que impacta desde el primer instante. Su recorrido consta de aproximadamente 200 metros, durante los que disfrutarás de las formaciones de las estalactitas que por momentos dan la impresión de ser corales.
Gruta Aventura
De las grutas en Cuetzalan, esta es la más cercana al pueblo y la más accesible para quienes prefieren algo menos extremo. Cuenta con bastante iluminación y un camino forjado, por lo que el recorrido no será tan pesado. Su peculiar acústica te sorprenderá.
Gruta Chichicazapan
Posee un río subterraneo y mucha adrenalina. Para visitarla, debes hacerlo acompañado con profesionales que te brinden el equipo necesario como cascos y chalecos salvavidas. El descenso consta de 50 metros y su recorrido es de casi un kilómetro, durante el cual tendrás que agacharte, arrastrarte y nadar. Pon mucha atención a los diversos tonos de las paredes rocosas.
Gruta Atepolihui
Otra de las grutas en Cuetzalan segura y accesible al público en general, aunque para llegar a ella se tiene que caminar más de una hora por el monte. En sus 80 metros de largo podrás encontrar un mirador natural, una figura de elefante formada por la unión de estalactitas y estalagmitas, y un salón con fósiles marinos. Aunque para llegar a este último, tendrás que descender a rapel más de seis metros.
Foto de portada: mexicodesconocido.com.mx
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