Hace unas semanas discutíamos en el IESDE lo interesante de observar cómo la tasa de renuncia a los trabajos ha alcanzado sus máximas cifras en años. Muchísimas personas están renunciado a su trabajo. Sólo en noviembre pasado en el vecino país del norte fueron 4.5 millones de renuncias.
Una nueva forma de trabajo
Una posible explicación, entre otras, es que después de muchos intentos fallidos, vamos entrando, ahora sí, en un modelo de trabajo diferente, donde todos, empleadores y empleados, hemos tenido que reconocer la importancia del significado del trabajo para la vida y satisfacción de las personas.
El impacto de lo vivido los últimos dos años generó mucha incertidumbre: ¿qué va a pasar? ¿qué sigue? Mientras unas empresas se volcaron ya en el trabajo flexible, otras piensan en regresar al 2019. La pregunta es si este enfoque en el bienestar laboral integral es pendular o es la nueva realidad.
El índice de tendencias laborales, estudio realizado por Microsoft en 31 países con 31,000 personas concluye lo siguiente:
- Estos dos años dejaron una marca imborrable en la psique de los empleados, alterando sus expectativas y modificando la forma en que se hacen las cosas.
- Estamos en un momento pivote, donde el liderazgo importa más que nunca. Aquellos líderes que asuman una nueva mentalidad y se adapten a este cambio posicionarán mejor a su empresa y a su personal para tener éxito en el futuro.
Este estudio identificó cinco tendencias para ayudarnos a los líderes a facultar mejor a nuestros equipos:
- Las prioridades de los empleados ya cambiaron cuando se habla de trabajo y de su vida personal. 47% priorizan su familia y su vida personal y el 53% su salud y bienestar. Estos números son mayores cuando las preguntas son para padres y mujeres y llegan al 56%. Los milenialls y la generación Z están pensando cambiar de empleo este año. 18% de las personas dejaron su trabajo en el último año por salud mental, bienestar, desbalance de su vida o falta de horarios flexibles. Al preguntarles qué quieren de su nuevo empleador el 41% contesta una cultura positiva, sentido de propósito y bienestar laboral.
- Los managers y gerentes se sienten estrujados entre los líderes y los trabajadores, son el jamón del sándwich entre las decisiones de sus jefes y las expectativas de sus subordinados. 73% de los empleados exigen horarios flexibles. A este nivel gerencial le toca lidiar y entender a ambas partes de la ecuación, pero 7 de cada 10 reconoce que no tiene influencia suficiente o todas las herramientas para lograrlo.
- El reto de los lideres es que, si te piden ir a la oficina, valga la pena. No es sólo es el viaje, el tiempo usado y el costo del transporte, sino con quién vas a interactuar y en dónde, lo cual requiere nuevas normas de conducta y etiqueta.
- El trabajo flexible y remoto no quiere decir estar conectado todo el tiempo. 28% reportaron trabajar fuera de horario y en fin de semana, y hasta dos y media veces más tiempo en juntas. Esta tendencia no es sostenible. Se requiere mucha disciplina de líderes, gerentes y empleados.
- La reconstrucción del capital social se ve muy diferente en un mundo híbrido. Sólo el 60% de los que han tenido trabajo híbrido reportan mantener su compromiso, pero menos del 42% de los que hacen puro trabajo remoto. Regresar a la oficina presencial no es la única manera de reconstruir el capital social y relacional.
Al navegar en esta nueva realidad, la voluntad de los líderes de adaptarse y acoger estas nuevas formas de pensar es la única manera de mantener la ventaja competitiva de las empresas. En el IESDE School Of Management estamos empeñados a ayudar los directivos, empresarios y líderes a resolver estos nuevos retos, ya sea con los programas que hemos preparado al efecto o con la consultoría adecuada.
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