En el número 1108 de la Avenida 2 Poniente, entre la 11 y la 13 Sur, yace un lugar muy particular. Se trata de un inmueble que resalta por su sola fachada, el cual es visitado por adultos que buscan “desestrezarse”. ¿Su nombre? ¡El Cine Colonial!, y aunque hoy se ha convertido en un sitio “prohibido”, no siempre fue así.
Los comienzos del Cine Colonial
Considerado uno de los edificios más bellos de su época, el Cine Colonial no siempre fue lo que hoy es. De hecho, durante más de 60 años fungió como un cine familiar al que los poblanos acudían cada fin de semana. Películas como “Los diez mandamientos”, “Ben-Hur” o “La Guerra de las Galaxias” fueron proyectadas en este espacio, cuya fachada es icónica.
Con la llegada de los complejos modernos que tienen diez o más salas de proyección, el Cine Colonial fue quedando en el olvido. Y tras ser abandonado por algún tiempo, pronto encontraría una nueva vocación. Fue así que su fachada, caracterizada por sus elegantes rosetones, pronto empezaría a asociarse con el cine para adultos.
Actualmente
Si pasas de día por la calle que alberga al Cine Colonial, te darás cuenta que afuera se encuentra mucha gente esperando. No es que todos quieran entrar a ver una película XXX, sino que curiosamente esta es también una parada de autobús.
Sin embargo, alguno que otro simula esperar su colectivo para luego entrar presuroso al rincón “prohibido” de Puebla. En su mayoría se trata de hombres que buscan “echarse un taco de ojo” con los títulos que se anuncian en la taquilla. Y luego de pagar su entrada, se dan cita en lo que antiguamente fue un verdadero y elegantísimo centro de entretenimiento familiar.
Ya son más de quince años los que el Cine Colonial ha cumplido con su nueva faceta. Con ello, ha permitido que los caballeros –y una que otra parejita– asistan a interesantes proyecciones eróticas.