La Biblioteca José María Lafragua es uno de esos tesoros escondidos en el Centro Histórico que vale la pena descubrir. Se encuentra en el tercer pario del Edificio Carolino de la BUAP, ubicado en la calle 4 Sur número 104.
Su historia tiene remotos antecedentes hasta finales del siglo XVI, cuando funcionaba como la biblioteca de los jesuitas del entonces Colegio del Espíritu Santo. Comenzó por una donación que hizo Melchor de Covarrubias, un rico comerciante de “grana cochinilla” de origen noble.
La biblioteca se enriqueció con el tiempo, siempre dentro del hoy edificio Carolino. En 1876, después de la muerte de abogado José María Lafragua, por disposición testamentaria, el Colegio del Estado se vio beneficiado por la cuarta parte de sus bienes. Una buena porción de su biblioteca personal y documentos manuscritos, además de algo de dinero, pasaron a este espacio educativo.
La colección que se heredó estaba compuesta de unos 3 mil 32 volúmenes, o unos 2 mil 300 de acuerdo con los documentos de la biblioteca. También se incluyeron cédulas reales, folletería y documentos relativos a personajes de la independencia como el cura José María Morelos y Pavón o fray Servando Teresa de Mier.
La Biblioteca José María Lafragua hoy en día
Actualmente la Biblioteca José María Lafragua cuenta con más de 90 mil volúmenes en su acervo. Dentro se incluyen 55 mil libros impresos de los siglos XV, XVI, XVII y XVIII, más otro cuantioso número de ejemplares del siglo XIX. Entre sus documentos más valiosos se encuentran los códices “Breviario Romano” y “Yanhuaitlán”
La Lafragua se conformó con el paso de los años en un lugar de resguardo de la memoria de la ciudad y del estado. Actualmente está destinada a la investigación especializada, aunque todo público la puede visitar y disfrutar de su inagotable fuente de conocimiento.
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