Contrario a lo que se suele pensar, adoptar un nuevo hábito no es una tarea sencilla de lograr. En cierta forma, se trata de un total desafío que pondrá a prueba un gran número de cualidades como responsabilidad, compromiso y consistencia. Y aunque todo lo anterior pueda parecer agotador o innecesario, los resultados valdrán totalmente la pena.
¿Qué es un hábito?
Antes de adoptar un nuevo hábito, es importante responder diversas preguntas: ¿qué es un hábito? ¿por qué es tan difícil adoptar uno nuevo? y ¿qué los hace tan difíciles de asimilar? De acuerdo con diversos especialistas, este término se refiere a una acción o serie de acciones que requieren de cierto nivel de aprendizaje con el fin de llevarlo a cabo de forma periódica. El fin único de un hábito es volverse un ejercicio por defecto, es decir, de forma inconsciente.
Un hábito es capaz de desarrollar nuevos circuitos neuronales y patrones de comportamiento que, si logras consolidar fuertemente, te acompañarán el resto de tu vida.
Un nuevo hábito se encuentra estrechamente relacionado con dos factores: gestión de emociones y fuerza de voluntad. Mientras que el primero de ellos es la base a partir de la cual nace un hábito, el segundo es el motor para mantenerlo a flote y en constante ejercicio.
El paso a paso para adoptar un hábito
Cambiar o adoptar un hábito nuevo es una tarea compleja pero no imposible de lograr. Por tal razón te daremos unas claves que pueden ayudarte en todo momento:
Constancia
El alma de un hábito es la constancia, sin ella, todo propósito caería al primer día y no añadirías nada nuevo a tu vida. La repetición debe ser la constante para lograr todo cometido.
Moderación
Estar consciente de tu capacidad y estado será la clave de esta nueva etapa. Si has decidido comenzar a correr, no lograrás convertirlo en un hábito si en tu primer día corres 1 kilómetro y al siguiente 10. Sé realista y coloca tus posibilidades por delante.
Paciencia
El tiempo es el factor imprescindible para consolidar todo tipo de hábitos. Se ha demostrado que un nuevo hábito puede demorar hasta 254 días de acuerdo al comportamiento y estado de cada persona. Otros estudios han señalado que en promedio se necesitan unos 66 días para consolidar un nuevo hábito.
Organización
Una nueva conducta puede significar muchos cambios en la rutina. Por esto, una correcta organización es fundamental para sentir los cambios con el menor impacto posible.
Compañía
En este punto, muchos podrán diferir o declarar lo contrario, ya que cada persona cuenta con sus propios métodos o formas de trabajo; sin embargo, está comprobado que rodearse de personas con el mismo propósito puede ayudarte a lograr un nuevo hábito.
La regla de los 21 días para crear un hábito
Aunque no se trate de una evaluación obligada, la regla de los 21 días es un excelente parámetro para conocer tu estado en la adopción de un nuevo hábito. Esta teoría fue propuesta por el cirujano Maxwell Maltz, quien pudo constatar que, tras la amputación de alguna extremidad, las personas tardaban 21 días para generar una nueva imagen mental de la extensión retirada.
Gracias a este experimento, la regla de los 21 días ha sido adoptada para comprobar la asimilación de un hábito. Esto quiere decir que, si tras 21 días tu nueva actividad no te genera un esfuerzo extra o molestia, vas por un buen camino.
Por otro lado, si tras esos 21 días continúas poniendo un esfuerzo extrahumano para realizar esa actividad, es necesario reevaluar y poner mayor atención en cada paso.
Un nuevo hábito es descubrir alternativas a las actividades que realizas todos los días y que te hacen sentir bien. Es la puerta de entrada que te puede llevar a conocerte mejor y potencializar al máximo tus habilidades. Al final de cuentas ¿Quién no quiere conocer nuevas cosas?
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Foto de portada: mercadosanjuanpalma.es