¿Qué sería de Puebla sin sus tantas leyendas o historias que enmarcan su pasado y guardan parte de sus tradiciones? Quizá no sean del agrado de todas las personas, sin embargo, las leyendas poblanas son parte inamovible de la cultura y folclor de esta ciudad. Y es que al final de nuestra existencia, los edificios que nos rodean y la comida que consumimos, solo estas leyendas llegarán hasta el final de todo.
La Fuente de los Muñecos
Ubicada sobre la 18 Norte, en el actual barrio de Xonaca, la Fuente de los Muñecos se ha convertido en una escultura insignia de la zona y toda la ciudad. Y no lo decimos por su peculiar forma y figura, lo mencionamos por la historia detrás. Se dice que un día un par de hermanos, habitantes del barrio, regresaban de la escuela bajo un aguacero torrencial.
Sus papás los esperaban pacientes sin embargo nunca llegaron a su hogar. Algunos dicen que fueron arrastrados por la corriente mientras que otros afirman que fueron sustraídos. Cual sea la razón, hoy en día se dice que este par de estatuas, hechas en honor a los hermanos, se mueven por la noche y emiten risas de niños cuando nadie está cerca.
Leyenda del Museo de San Pedro
Que su maravillosa arquitectura no te confunda. Este sitio es cuna de las leyendas poblanas más conocidas y terroríficas. Durante sus primeros años, este sitio fue sede de un hospital de gran importancia en la ciudad. Con el paso de los años, este cambió de funciones pasando a ser una escuela, centro deportivo, biblioteca, oficinas hasta el actual museo.
Lo verdaderamente paranormal surgió a partir del testimonio de diversos trabajadores del lugar que aseguraron sentir presencias extrañas, escuchar ruidos extraños y ver sombras o figuras humanas. Hasta hace unos años se descubrió que aquí fueron enterrados miles de cuerpos cuando funcionaba como hospital, razón que muchos han señalado como el origen de las apariciones.
El Callejón del Muerto
Tal como su nombre indica, este sitio es centro de apariciones. Hace muchos años, un hombre llamado Anastasio salió por la noche para buscar a una partera que ayudara a su esposa. Durante el camino, se encontró con un ladrón en el callejón de Yllescas (12 Sur, entre 3 y 5 Oriente) que quiso quitarle sus pertenencias.
La desesperación, coraje y miedo de Anastasio le hicieron matar al maleante y seguir con su cometido. Se dice que a partir de este suceso, el alma del ladrón continúa en este sitio vagando sin descanso.
La Casa del que Mató al Animal
Ubicada sobre la 3 Oriente, en pleno Centro Histórico, la Casa del que Mató al Animal es todo un icono del tradicionalismo poblano. Y no lo decimos solo por su arquitectura sino por la historia detrás en donde se narra que durante una fiesta, el virrey de España, Pedro de Carvajal, dueño de la casa, ofrecía una fiesta en compañía de sus pequeños hijos.
Lamentablemente, una bestia apareció aquella noche y devoró al más pequeño. Ante esto, el virrey ofreció una recompensa para quien trajera la cabeza de la bestia a lo que respondió un joven enamorado de la hija del virrey quien cumplió con la misión y se ganó la mano de la joven.
Foto de portada: propiedad de Puebla Antigua
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