Cuando hablamos de Honey, municipio del estado de Puebla, hablamos inevitablemente del antiguo ferrocarril mexicano. Esto, debido a que su solo nombre evoca a uno de los personajes que estuvo íntimamente ligado al desarrollo de este medio de transporte en México.
Hoy, hablaremos del último vestigio que existe en el municipio: la antigua estación de ferrocarril en Honey. Esta actualmente solo funge como un monumento que nos recuerda un gran pasado que vale la pena recordar.
Quién fue Richard Honey
El nombre de este municipio se debe a un hombre de origen inglés: Richard Honey. Este fue un hombre que, a pesar de establecerse en Pachuca por dedicarse a la minería en Hidalgo, también hizo eco en Puebla. Fue en este estado donde aprovechó para montar una fábrica de pinturas elaboradas con las tierras y las resinas de la región. Esto permitió que el entonces poblado de Chila floreciera y el lugar le tuviera un aprecio significativo.
Y es que según cuentan, él fue un hombre justo que siempre pagó a sus trabajadores por encima de lo establecido por la ley. Esto le permitió hacerse de suficientes seguidores que lo llevaron a poseer varias minas en Hidalgo, colocar diversos puentes gracias a su fábrica de acero y llegar a ser director del Ferrocarril Nacional Mexicano y del Ferrocarril de Pachuca – Tampico.
Sobre la Estación de ferrocarril en Honey
Esta solía ser parada obligada en el estado de Puebla y, aunque ha pasado varias décadas en situación de abandono, actualmente se encuentra restaurada. Esto con el propósito de impulsar y fomentar la revitalización y reutilización de estos inmuebles en todo el país para el uso y disfrute de los mexicanos.
A lado de otras estaciones en el estado de Puebla –Atlixco, Atencingo, Beristain, San Marcos, Altepexi, Teziutlán y Zaragoza– la de Honey es ya parte de la infraestructura cultural del estado.
