marzo 28 , 2024
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Panteón de La Piedad, la última morada de los poblanos

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El Panteón de La Piedad es el cementerio más antiguo en Puebla fuera de un recinto religioso. Aquí, la que será futura morada de muchos poblanos, se encuentran tumbas que datan de 1841 y algunas de han convertido en auténtica leyenda.

Por ejemplo, a la entrada del panteón, se encuentra una tumba diseñada a manera de cámara hermética. Se dice que su dueño la ideó así para la conservación y atención del cuerpo de su esposa. La leyenda cuenta que el esposo pensaba que ella algún día resucitaría, por lo que debía tener todo lo necesario, como una cama y un timbre para que avise que despertó.

También se encuentra la tumba del menor Eufrates, a quien se le conoce como el niño milagroso. A él se le atribuyen favores como el de una mujer que le pidió mantener con vida a unos familiares que tenía graves en el hospital. La fémina se arrodilló ante la tumba del niño, quien solo vivió año con dos meses al morir el 17 de febrero de 1942.

Al llegar al hospital, los doctores informaron a la mujer que sus familiares estaban fuera de peligro. Desde entonces, la mujer acudió a visitar a Eufrates y se dice que fue ella quien le arregló su tumba.

Panteón de La Piedad, patrimonio arquitectónico

Además de ser un lugar de leyendas, el Panteón de La Piedad es considerado Patrimonio Arquitectónico Funerario. Junto con el Panteón Municipal, este espacio tiene los principales mausoleos construidos en piedra labrada.

Existe una confusión en torno a su fundación. A pesar de que tiene tumbas que datan de 1841, la fecha oficial de su inauguración tuvo lugar cincuenta años después. Asimismo, investigadores señalan que este lugar tuvo un rasgo religioso al inicio. Esto debido a que solo se sepultaban a monjas y reverendas madres, pero todo cambio en 1891, cuando se abrió a toda la ciudadanía.

Foto principal propiedad de Ivan Estan

Continúa leyendo: Eufrates, el niño milagroso del Panteón de La Piedad

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